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Capitulo 21: Lo que se supone que tengo que ser
<< Quinto día de castigo.
Esto es estúpido. Tengo que estar encerrada en casa mientras el invierno se
termina y comienza la hermosa primavera. Aunque la mayor parte de los días está
lloviendo asquerosamente y sólo el domingo sale el sol para amargarnos más
porque al otro día hay que ir a la escuela, yo quiero salir igual. Quiero ver a
Ceto. Estar recluida no está bueno, hasta el celular me sacaron.
“¿Qué más puede pasar?”
Preguntó el estúpido pero hermoso Ceto. La respuesta llegó bastante rápido. Era
cuestión de cumplir un mes más para que algo malo pasara. Espero que el enojo
de papá se pase pronto. No me siento mal por nada de lo que hice, aunque si por
el pobre de Taumante. Él también está castigado. Ocultó el hecho que mamá sabía
de la situación y se culpó a él mismo. A veces creo que es más grande que yo.
En su lugar me hubiera quedado callada. Hacer enojar a papá es un problema.
Todos tratamos de no llevarle problemas, pero él mismo los crea. Mamá es más
cómplice. Podemos hablar con más confianza.
De todas formas, sé que Tau
tiene más confianza con ella que yo misma. Ellos tienen una conexión que va más
allá de la de una madre con su hijo. Tau es el preferido, el consentido de la
casa. Claro que siempre por parte de mamá, papá no lo quiere. Siempre lo trata
mal. >>
El
timbre sonó, Euribia había llegado a la casa de Dike. Ella bajó a recibirla.
Metis fue a traer algunas galletitas para convidarle a la recién llegada pero
Taumante, que no pecaba de tonto, la interceptó para que no las molestara
llevándola a su cuarto.
Dike:-
¿Cómo estas Eu? No me gusta esa cara que tenes.
Euribia:-
Mal.
Dike:-
¿Qué paso?
Euribia:-
Corté con Nereo.
Dike:-
¿Por qué?
Euribia:-
Peleas sin importancia.
Dike
sabía cuál era la verdadera causa, Nereo nunca salió con ella porque la quería.
Lo sabía desde la fiesta por el cumpleaños de quince de Ferusa. Dione había
escuchado a su primo hablar con Cimo acerca de un plan para lograr que Dike
sintiera celos y volviera con él. Ella sabía que era una estupidez, pero no
podía decirle nada a su amiga, no podía abrir la boca. No quería lastimar más a
su amiga.
Euribia:-
(Mirándola a los ojos) Vos sos la razón Dike… vos…
Dike:-
¿Qué te hace pensar eso?
Euribia:-
No te hagas Dike, sabes que todavía gusta de vos.
Dike:-
¿Y? Creo que le dejé bien en claro que yo no lo quiero más. No entiendo por qué
no le entra.
Euribia:-
Ya sé que no tenes la culpa. Pero me usó…
La
chica comenzó a llorar y Dike la abrazó. Quería consolarla. Ella no tenía por
qué llorar por una persona tan estúpida e ingrata como Nereo. Sabía que con esa
demostración de cariño no iba a lograr nada pero pronto el llanto se convirtió
en sollozo y Euribia dejó de llorar.
Euribia:-
¿Qué se supone que tengo que hacer?
Dike:-
No lo sé.
Euribia:-
¿Qué harías vos?
Dike:-
No sé. Si tuviera plata me compraría ropa para tapar el dolor por un momento.
Euribia:-
Necesito algo de largo plazo para superar esto. ¡Tengo tanta mala suerte con el
amor!
Dike:-
(Triste) No digas eso Eu… No es mala suerte, tal vez elegís mal a los chicos.
Euribia:-
(Impotente) Pero es tan injusto…
Dike
sabía a lo que su amiga estaba apuntando. Los chicos que a Euribia le gustaban
terminaban dejándola y saliendo con Dike. Tenía en cuenta que el segundo solo
salió con ella por capricho (y ella también), pero para su amiga no iba a
importar. Lo que prevalecía era que Dike salía con los chicos de ella.
Dike:-
Entonces… me comportaría como una rompe corazones.
Euribia
sonrió. Entendió el mensaje de su amiga. Ella tenía que hacerle entender a
Nereo que haberla dejado fue el peor error que cometió en su vida. Que esto que
hizo fue peor que haberse separado de Dike. Tenía que atraerlo de nuevo y
dejarlo. Tratar de no volver a caer en su red.
Una
vez que se quedó sola, Taumante llegó para avisarle que sus papas se iban a una
cena con los amigos de pesca de Forco. Estaban a prueba, si se comportaban
bien, el castigo iba a ser levantado. Esa noche iba a ser la prueba de fuego.
Así
que luego de comer, los chicos pusieron una película en la televisión del
living. Era jueves por la noche y el viernes siguiente un feriado, podían
trasnochar.
Taumante:-
(Recostado en el sillón) Ya estamos en septiembre.
Dike:-
Cómo se pasó el año, ¿no?
Taumante:-
(Entusiasmado) ¿Ya te decidiste?
Dike:-
¿En qué?
Taumante:-
Lo que vas a seguir. Las inscripciones están a punto de comenzar, vas a tener
que elegir la escuela para que puedas entrar.
Dike:-
Todavía no lo pensé. No sé qué quiero ser.
Taumante:-
(Sorprendido) ¡¿Todavía no lo pensaste?!
Dike:-
Claro, vos seguro que lo tenes re claro, ¿no?
Taumante:-
Si, voy a ser bibliotecario.
Dike:-
¡Qué trabajo aburrido!
Taumante:-
Por lo menos voy a tener un trabajo, no como vos.
Dike:-
Creo que voy a hacer un secundario con orientación a sociales. Después veré que
hago.
Taumante:-
Es buena idea. Pensé que te ibas a inclinar por la naturaleza, te gustan los
animales.
Dike:-
Eso pensé de vos, amas a Timoteo. ¿Por qué no ser veterinario?
Taumante:-
(Frunció la nariz) No podría operar. Me da impresión la sangre.
Dike:-
Cierto. Por eso mismo yo no voy a ser veterinaria. Me gusta estar con las
personas. Pero no quiero ser psicóloga ni maestra.
Taumante:-
Hay muchas carreras para elegir una ahora… Pero esta bueno que optes por algo
menos específico para luego ir a lo que realmente te gusta.
Dike:-
Tampoco quiero elegir algo que esté lejos de casa, así como hizo Dione.
Taumante:-
Supongo que fue a hacer lo que le gusta.
Dike:-
(Se acomodó) Dione se fue porque tenía que alejarse del quilombo. Si se
quedaba, iba a tener la vida imposible con Nereo.
Taumante:-
Se fue porque es la única escuela que tiene la orientación en informática.
Dike:-
Acá hay una técnica.
Taumante:-
(Confundido) Hay una escuela con…
Dike:-
Con orientación en informática. Dione se fue porque no podía estar más cerca
del problema.
El
chico se volteó hacia la televisión, parecía que no quería seguir hablando del
tema. Todavía estaba la película reproduciéndose.
Dike
se puso de pie y se dirigió a la cocina, iba a cocinar maíz inflado. Amaba
comer pochoclos. Aunque sabía que no se parecían en nada a los que daban en el
cine, ella igual los preparaba. Era un momento especial que estaba pasando con
su hermano. Aunque hubiese preferido pasarlo abrazada con Ceto, no se podía
quejar, era la noche de la prueba de fuego. Nada tenía que salir mal.
Dike:-
(Volviendo de la cocina) A Ceto le quedan dos años más en la escuela.
Taumante:-
Bastante burros elegís a tus chicos, ¿no?
Dike:-
(Metida en sus pensamientos) No va a ser los mismo.
Taumante:-
¿Qué no va a ser lo mismo?
Dike:-
Lo nuestro. La distancia nos va a separar más. Él va a conocer nuevas chicas.
Taumante:-
Que poca confianza le tenes. No se va a ir con la primera chica que se le
cruce.
Dike:-
Vos no conoces a las chicas Tau. Podemos ser muy malas.
Taumante:- El problema no es él, Dike. Sos vos. Vos sos
la que se enamora fácilmente.
Dike:-
(Le tiró un almohadón) ¡Ey! Más respeto que soy tu hermana.
Taumante:-
(Tocándose el rostro donde golpeó el almohadón) Perdón por ser tan directo.
Dike:-
A veces me sorprendes con tus comentarios tan adultos.
Taumante:-
Estas acostumbrada a estar rodeado de idiotas, como Nereo.
Dike
se carcajeó fuerte. Recordó las acciones del chico, la cara que puso cuando
ella lo desenmascaró. La imaginación que tenía por pensar que ella regresaría
con él solo porque patinó con una máscara generando misterio entre el público. El
plan estúpido y fracasado de salir con Euribia. Todo lo que Nereo hacía era
completamente infantil e inútil. Lo de ellos se terminó y jamás iba a volver a
suceder.
Dike:-
Nereo es un nene que no aprende más. Tal vez esa sea la última cosa que haga.
Taumante:-
Esperemos que así sea. Ya estoy cansado de escuchar su nombre.
Dike:-
¿Pensas que vamos a poder seguir siendo novios con Ceto? Los horarios no van a
ser los mismos.
Taumante:-
No te sabría decir. Supongo que van a durar lo que tengan que durar.
Dike:-
(Sonrió) Es tan lindo vivir en el sueño del amor. Una quiere que sea eterno,
pero no se puede.
Taumante:-
(Estirándose) Hablando de sueño, creo que mejor me voy a dormir. Mañana tengo
entrenamiento.
Dike:-
¿Volves a jugar?
Taumante:-
(Poniéndose de pie) Dije que voy a entrenar, es solo para no perder el ritmo.
Dike:-
No te esfuerces mucho.
Taumante:-
No puedo dejar de hacer lo que me gusta por un falso miedo. Además hago las
cosas con cuidado.
Dike:-
No es falso, el doctor lo dijo.
Taumante:-
Los doctores dicen muchas cosas.
Los
hermanos se despidieron y Dike acomodó todo para cuando llegaran sus padres.
Tenía que dejar las cosas impecables si quería volver a ser libre. Ella se
comunicaba con Ceto a través de mensajes de texto, pero el crédito se acaba
rápidamente. Además que solo podía hacerlo cuando su papá no estaba en la casa
y Metis se lo entregaba mirando hacia todos lados, como si fueran ladronas. Solamente
en la escuela se veían y no podían estar mucho tiempo a solas debido a que tenían a la preceptora pisándoles los talones.
Durante
lo que restó del mes, y mediados de octubre, Dike estuvo evitando a Ceto. No
era que no lo quisiera ver, simplemente los horarios no coincidían. Había
finalmente elegido la escuela a la que quería ir y la misma tenía todo un
procedimiento para ingresar. Ella tenía que hacer un examen nivelatorio. La
escuela no era excluyente, todos los que se anotaban ingresaban, pero sí había
separación por grupos de horarios. Ella quería que todo pudiera coincidir con
los de la escuela a la que ella estaba asistiendo actualmente para así poder
tener la tarde libre y estar con Ceto. Pero para ello, tenía que quedar dentro
de los 25 primeros puestos.
Ceto:-
¿Estás bien Dike?
Dike:-
(Somnolienta) Si, ¿por?
Ceto:-
Estas un poco perdida, te noto sin energías.
Dike:-
Estoy estudiando bastante.
Ceto:-
Pero si recién empieza el trimestre. No hay pruebas.
Dike:-
(Bostezó) ¿Vos cómo estás?
Ceto:-
Muy solo.
Dike:-
Perdón… Te estoy descuidando.
Ceto:-
¿Vamos a tu casa?
Dike:-
(Meditó un poco) Mejor vayamos a la tuya.
Los
mates dulces de Ceto lograron despertar a Dike de su cansancio. De todas
formas, le dolía todo su cuerpo, especialmente el cuello. Estaba mucho tiempo
leyendo y eso la tenía cansada.
Ceto:-
Hoy cumplimos cuatro meses, no sé si tenes idea de eso.
Dike:-
(Sonrió) Si, lo sé. Pero ya te dije que cada vez que cumplimos un mes más, pasa
algo.
Ceto:-
Hoy va a pasar algo muy bueno.
Dike:-
(Se preparó para lo peor) ¿Qué estuviste pensando?
Ceto:-
En estos días que me dejaste solo...
Dike:-
No recalques esa parte.
Ceto:-
Bueno, estuve pensando mucho.
Dike:-
¿Y qué pensaste?
Ceto:-
Quiero que nos comprometamos.
Dike
se atragantó con el agua del mate que se derramó sobre la mesa, que por suerte
tenía mantel, que por suerte era de hule. El chico fue en busca de un trapo
para limpiar mientras no podía evitar su risa. Su novia había dado un gran
espectáculo. Su rostro estaba rojo, a punto de estallar.
Dike:-
Estas loco, Ceto.
Ceto:-
(Sonrió) Loco por vos.
Dike:-
Al psicólogo, ¡ya!
Ceto:-
¿Qué decis? ¿Aceptas o no?
Dike:-
Mirame fijo.
Ceto:-
¿Qué vas a hacer?
Dike:-
Te digo que me mires fijo.
Ceto:-
Esta bien.
Dike:-
(Tomándolo de las manos) Repetí conmigo, “estoy mal, necesito un doctor”.
Ceto:-
(Sonriendo) Y vos repetí esto, “Ceto, sí. Te amo, me quiero comprometer con
vos”.
Dike:-
Tenemos toda la vida por delante. Vamos a encontrar un montón de personas allá
afuera.
Ceto:-
(Soltándose) Pero no me interesa ninguna otra persona, ¿a vos si?
Dike:-
(Apoyándose contra el respaldo de la silla) No puedo aceptar un compromiso a
esta edad.
Ceto:-
(Triste) ¿Es por Dione?
Dike:-
¡No! ¡Claro que no! Solo que estas siendo un poco exagerado. ¿Por qué de
repente esto?
Ceto:-
Eutibia me dijo que el año que viene vamos a separarnos y no quiero eso.
Dike
quería comerlo a besos por ser tan dulce. Ambos estaban preocupados por las
mismas cosas. Aunque Ceto era bastante impulsivo y tenía esas ideas
descabelladas, siempre sabía usar las palabras correctas en el momento
correcto, logrando derretir el corazón de ella.
Dike:-
Lo que Euribia no sabe es que yo estoy haciendo todo lo posible para quedar en
el mismo turno que vos. Así podemos vernos.
Ceto:-
(Sonriendo) ¿En serio?
Dike:-
(Acariciando al mejilla de Ceto) No le hagas caso a ella, no estoy sacrificando
mis horas de sueño por nada.
Ceto:-
Estas así de dormida porque estas estudiando mucho, ¿no?
Dike:-
Muuucho. Y todo por vos. Así que es casi como estar comprometiéndome con lo
nuestro.
Ceto:-
No te voy a obligar a comprometerte conmigo, pero…
Dike:-
(Sonriendo) Pero ¿qué?
Ceto:-
Hagamos una promesa.
Dike:-
¿Qué tipo de promesa?
Ceto:-
Cuando cumplamos veintiún años nos vamos a encontrar en la plaza del centro
para hablar.
Dike:-
¿Y si ya estamos con otras parejas?
Ceto:-
Veremos.
Dike:-
Y si nos morimos…
Cetos:-
(Sonrió) Y después soy yo el exagerado. Eso creo que no vaya a pasar, no tan
pronto.
Dike:-
Aprovechemos el tiempo que nos queda entonces.
Autora: Ferdeimos
Revisión: Alice
Los hechos y/o personajes de la historia son ficticios,
cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia
Nos leemos dentro de dos semanas
Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 3.0,
como se detalla en http://creativecommons.org/licens.
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