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Capitulo 3: La respuesta
El día continuó como siempre, Taumante se
despertó a las dos de la tarde, Forco se fue a pescar con unos amigos al arroyo
cerca de la ciudad y Metis cocinaba para los que quedaban.
Mientras tanto, Dike llamó a Galatea
para averiguar quién había ido a la mañana a contar lo de Nereo y ella.
Dike:- Hola, ¿se encuentra Galatea?
Galatea:- Si, con ella habla. ¿Quién
es?
Dike:- Soy Dike.
Galatea colgó el teléfono. Solo se
escuchó el sonido de la espera. Dike volvió a intentar, llamándola al celular.
Galatea:- ¿Qué querés nena?
Dike:- Quiero que hablemos, querida.
Galatea:- Yo pensé que vos eras seria…
Yo creía que vos me querías como tu amiga…
Dike:- Galatea - En voz baja - Si sabes
que desde el año pasado andamos medio mal… Desde que me pediste en séptimo que
te ayude con Nereo…
Galatea:- Cortala con eso… Supongo que
ya serán algo, ¿no?
Dike:- Por ahora… no somos nada. Pero
con vos se pudrió todo y más con lo de ayer.
Galatea:- ¿Qué pasó conmigo?
Dike:- ¿No te acordas lo que me
dijiste?
Galatea hizo una pausa. Dike esperó por
una disculpa.
Galatea:- Bueno, fue algo… algo que me
salió del alma.
<< ¿Algo que le
salió del alma? Pero, por favor… >>
Dike:- Aaaah… pero que bien. Lo tenías
bien guardado, ¿eh?
Galatea:- No, pará... Yo no lo quise
decir….
Dike:- Claro, pero te salió del alma.
Galatea:- No es eso… Lo que pasó es que
Nereo me sacó.
Dike:- (Suspira) Mirá, yo solo te llamé
para preguntarte si hoy viniste a mi casa alrededor de las 11:30.
Galatea:- Sabes que los domingos me
levanto como a la una y media. ¿Cómo querés que vaya? ¿Sonámbula?
Dike:- Bueno, eso era todo. Después de
esta conversación, cuando cortes, se terminó ese lazo que había entre nosotras
de charla.
Galatea:- ¡No! ¡Pará!
Dike cortó y luego colgó el tubo del
teléfono. Taumante la estuvo observando desde el piso de arriba.
<< No estoy
acostumbrada a pelearme con las personas. Tal vez, como me dijo ella, me salió
del alma. Y es que hace mucho que quería romper lazos con ella. No soportaba
más ser la “amiga” confidente. Me contaba todo lo que pensaba y hacía con Nereo
cuando no salían y luego cuando sí. Cada cosa que me decía me lastimaba, porque
yo, en ese entonces, creía que no era correspondida. >>
Dike:- (Aun resentida) ¿Qué mirás nene?
Taumante:- Tu cara de vieja amargada.
Dike:-
Hoy no es un buen día, así que dejame de joder.
Metis:-
¡Eh! ¡La boca Dike! (grita la madre desde la cocina)
En
voz baja, Taumante le contó a Dike que hoy a la mañana se levantó para ir al
baño y vió que la mamá de Galatea estaba hablando con Metis, su madre, en voz
muy baja. Él no llegó a entender nada, pero se veía que estaban hablando de
Dike y Galatea.
<< ¡Alabado seas Taumante! >>
Dike:-
Haaa, ya sé lo que pasó...
Taumante:-
¿Qué?
Dike:-
(Mirándolo con desdén) No sé si te lo voy a contar.
Taumante:-
(Enojado) Hacé como quieras.
<< Este mocoso no se da cuenta de lo encantador que es
cuando se enoja, ¡Cómo me gusta hacerlo enojar! Además, que no es muy difícil
hacer que llegue a ese estado. Papá lo consintió mucho… y lo sigue haciendo,
por lo que si no se hace lo que él desea, el nene se enoja… Le va a costar
mucho integrarse a la sociedad con ese carácter. Aunque si alguien descubre lo
lindo que es enojado… >>
Dike:-
(Sonríe) Galatea le dijo a su mamá que se iba a encontrar conmigo en la plaza. Cuando
volvió, seguramente con una cara desastrosa… o llorando, la mamá lo
percibió. Así que vino, al otro día, a casa para contárselo a nuestra mamá.
Taumante:-
Aprovechó que Galatea y vos dormían y vino…
Dike:-
Qué hija de mil… con razón Galatea es así de rápida, lo heredó de su madre.
Dike,
que aún estaba en pijama, dejó a su hermano y volvió a su cuarto. En eso llegó
Metis que abrió la puerta sin tocar y le avisó a su hija que era hora de comer.
Dike:-
Ya sé quién vino y sé que te contó.
Metis:-
(Levantando una ceja) ¿Ah, sí? ¿Quién?
Dike:-
La madre de Galatea.
Metis:-
(Sorprendida) ¿Cómo lo sabes?
Dike:-
Ahora eso no importa… lo que importa es lo que te dijo esa persona...
<< ¡AJÁ! ¡Te la devolví! >>
Metis:-
Y a ver… ¿qué dijo?
Dike:-
Te contó que Galatea volvió a su casa llorando después de verme a mí en la
plaza. Y eso es mentira.
Metis:-
¿Y por qué?
Dike:-
Porque luego de verme a mí, se encontró con Nereo y se pelearon.
Metis:-
Ese Nereo está en todas. Me parece un chico malo.
Dike:-
De todas formas, pudo haberle pasado cualquier otra cosa… No necesariamente,
por encontrarse conmigo, tuvo que haber vuelto llorando.
Metis:-
Ahora, ¿defendés a Nereo?
Dike:-
Me estaba defendiendo a mí misma. Creo que las caras que me pusiste estuvieron de
más.
Metis:-
Bueno… Eso es cierto, me equivoqué… Pero de todas formas, yo no sabía que te
ibas a encontrar con Galatea.
Dike:-
¿Tengo que contarte con quién me encuentro?
Metis:-
Soy tu mamá Dike.
Dike:-
Si, pero no tengo que decirte todo.
<< Se que me excedí un poco con lo que dije, pero como
lo dije con una voz normal, mamá no se puede enojar. >>
Metis:-
¿Nereo es tu compañero de curso?
<< Cierto, el pequeño problema de Nereo. Si mamá tiene un mal concepto de él, ¿cómo le voy a decir que me gusta? Y aún peor, ¿cómo le digo que estamos saliendo? Ya lo dejé como un copión de pruebas, o sea… que no estudia. Lo que implica que no es responsable y que se aprovecha de los que estudian. Lo cual es cierto, pero no puedo dejar que mi mamá lo vea de esa forma… ¡Ahhh! ¡Qué complicado todo esto! >>
Dike:-
Si, lo es.
Metis:-
No es un buen chico…
Dike:-
Bueno, tan malo no es… Me consiguió trabajo en un ciber para pagarle las horas
a Taumante.
Metis:-
Y decime, ¿quién te autoriza a trabajar con 13 años?
Dike:-
Ustedes, ¿no?
Metis:-
Si…
<< La hora de un buen argumento ha llegado. Ya forma
parte de todas nuestras conversaciones… Si quiero algo, tengo que convencerlos
de que es necesario… >>
Dike:-
El ciber es de la prima de Nereo, vamos a ser todas mujeres.
Metis:-
¿Todas mujeres? No me gusta eso.
Dike:-
Pero espera, no te dije todo, hay un encargado. Él cuida todo, así que
estaremos protegidas. Y, lo más importante es que el ciber queda justo al lado de la casa de Ferusa, así que hay alguien conocido para ustedes.
Metis:-
Bueno, hablá con tu padre. Por mí está todo bien.
Dike:-
¡Gracias, Ma!
Metis:-
Si esto logra hacer que se lleven mejor entre ustedes dos…
Dike
abrazó a su madre y bajó a comer con Taumante.
Fue un almuerzo muy corto. Dike se encerró en su cuarto a estudiar, Taumante se fue a jugar y Metis a lavar los platos.
A
las ocho de la noche llegó Forco de pesca. El humor del padre no era bueno,
seguramente la pesca no tuvo mucho éxito. Saludó a los chicos, se metió en la
ducha y Metis entró para hablar con él.
Metis:-
La nena quiere trabajar.
Forco:-
Bueno, ¿cuál es el problema?
Metis:-
No, ninguno, solo que tiene 13 años.
Forco:-
Yo, a esa edad repartía diarios.
Metis
se retiró y le contó a Dike que su padre la había autorizado.
<< Qué cara rara la de mamá… Supongo que no está
contenta con que trabaje. Pero no es que fuera mi intención, pero mi situación
con Nereo no puede ser conocida, aún no. Hasta que Nereo no logre un buen
concepto en casa. Sobre todo el de mamá. >>
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Los hechos y/o personajes de la historia son ficticios,
cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia
Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 3.0,
como se detalla en http://creativecommons.org/licens.
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